Adolescentes

Adolescentes

lunes, 26 de abril de 2010

Libertad & libertinaje

En la adolescencia se dan cuatro tipos de cambios: físicos, de valores, de hábitos y de deseos de libertad. En estas edades quieren comprobar todos los límites: aparece la guerra por la independencia que se manifiesta en rebeldía.


Surge también la negatividad. Se busca la resistencia a las normas y el retraso temporal en el cumplimiento de los deberes. Lo que quieren, lo quieren ya: presionan, miden, chantajean y aumentan la tensión. Aparecen las mentiras y se multiplican los conflictos.

Para que sean verdaderamente libres debemos ayudarles a forjar su voluntad. Serán más libres si se van dominando a sí mismos. Sin embargo, la adolescencia de caracteriza por todo lo contrario: la pereza, el desorden, desear hacer lo que les apetece sin pensar que pueden molestar a otras personas. Surgen así los conflictos de todo tipo, ¿por qué no puedo jugar con el ordenador? En vez de entrar en el conflicto, es mejor explicarle que molesta a su hermano.

Las personas libres hacen las cosas porque “les da la gana", no porque “les viene en gana”. Debemos explicar el porqué de lo que tienen que hacer y les ayudaremos a buscar las razones de sus actos para que consigan ser autónomos.


¿Libertad o libertinaje?

Gran parte de los adolescentes confunden la libertad con el libertinaje, con hacer lo que les viene en gana. En la libertad se da la responsabilidad y en el libertinaje el desenfreno. En este sentido se les puede explicar que la propia libertad acaba donde invade la libertad del otro.


¿Qué es la libertad?

La libertad consiste en la combinación de la autonomía y la responsabilidad. Tener autonomía quiere decir ser capaz de hacer lo que uno cree que debe hacer. Somos autónomos si establecemos una relación entre nuestras acciones y los efectos que producen. La conciencia nos lleva al concepto de responsabilidad.


Responsabilidad

Debemos explicar a los hijos que la responsabilidad exige valentía. Cuando los adolescentes actúan diciendo "no sé si está bien o mal, pero me gusta", están intentando rehuir un compromiso, pero al final acaban atados a otro más doloroso: su propia flojedad.

A los hijos les ayudará el que les animemos a decidir en aspectos poco importantes, aunque se equivoquen. Irán haciéndose dueños de su libertad e irán asumiendo sus responsabilidades.

La rebeldía de la adolescencia debemos encauzarla haciéndoles ver que toda decisión tiene algo de riesgo y que no siempre vamos a tener seguridad absoluta.

Es importante animarles a ser resolutivos en sus decisiones y a cumplir lo decidido con prontitud, desde la hora de levantarse hasta el tiempo que van a dedicar a estudiar. Debemos evitar decidir todo por ellos. Al contrario, será conveniente dejarles espacio de libertad para desarrollar su responsabilidad y, a medida que sean más responsables, podremos aumentar esos espacios de libertad.


Algunas orientaciones

- Una responsabilidad puede ser el asignar a los hijos una paga semanal para que se administren.
- Animarles a tener su propio horario y a cumplirlo.
- Fomentar conversaciones con los hijos sobre estos temas para conocer lo que opinan y enfocar sus planteamientos. Podemos comentarles algunos casos para que nos digan si se demuestra en ellos la libertad: un soldado que cumple órdenes, un alcohólico, un diputado que sigue la disciplina de voto, etc.

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